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| imagen: pixabay.com |
En la actualidad hay una gran variedad de opciones en el mercado. Además los pulsómetros con GPS o relojes deportivos es un producto que está en auge y cada vez más fabricantes sacan sus modelos con mayor frecuencia. Ante tanta salida de productos es inevitable plantearse si debemos cambiar de reloj de entrenamiento o mantener el nuestro durante más tiempo.
Para analizar la vida útil de cualquier equipo yo lo que hago es hacerme una hoja de cálculo donde incluiré entre otras cosas, el precio de compra del reloj y la fecha de compra. Con esos datos te puedes calcular el coste que has tenido que desembolsar mensualmente hasta la fecha. Si tengo un comprador para ese reloj incluyo también el precio al que lo voy a vender, que descontaré del precio de compra para ver el coste mensual que he tenido.
Ya teniendo el coste mensual del reloj llega el momento totalmente subjetivo de plantearme si gastarme todos los meses ese dinero ha valido la pena o no. Si creo que no, entonces me fijo un plazo mayor hasta que la cantidad mensual resultante sea razonable. En mi caso si el coste mensual está por encima de 20 euros no cambio de reloj a no ser que falle. Suponiendo esta manera de actuar, para un reloj que me cueste 300 euros, en un año su coste mensual será:
Otra opción para valorar si he amortizado o no el reloj es obviar el tiempo de uso y dividir el coste del mismo entre los kilómetros que he realizado durante el tiempo que lo he tenido. Este método resulta más interesante si eres de los que tienes periodos de muchísima actividad o periodos con muy poca. En el método del coste mensual, da igual si usas el reloj como si no lo usas a la hora de hacer el cálculo, mientras que si en vez del tiempo empleas los kilómetros que haces con él para el cálculo, pues podrás amortizar la inversión antes si haces muchos kilómetros o después si haces muy pocos. Yo suelo hacer unos 3.000 kilómetros al año sólo corriendo (entre trail running y carrera por asfalto). Si un reloj me cuesta 300 euros, en un año el coste por kilómetro será:
Estoy contento con mi reloj aunque veo que otros son más bonitos o más nuevos
Vuelve a hacer el cálculo y verás lo que te supone dejar tu reloj actual e irte a por la opción deseada. Además ten en cuenta que si acaba de salir al mercado en esos momentos puede que te comas todos los fallos de software que pudieran presentarse en los primeros meses de uso. Si crees que puedes vender tu actual reloj ten en cuenta el ponerle un precio realista, es mejor poner el precio al que tú lo comprarías que no pensar en el precio en el que recuperarías algo de la inversión, porque si no es muy complicado que lo vendas.No estoy contento con mi reloj o empieza a fallar
Si no estás contento con tu reloj porque marca mal la distancia, porque se apaga o se bloquea, porque no se ve bien la pantalla, porque falla mucho en la piscina, porque tarda mucho en localizar los satélites, porque no se adapta bien a tu muñeca o porque se desconecta con mucha frecuencia de la cinta cardíaca, mi consejo es que cambies de reloj ya mismo. Yo en su día sufrí algunas de estos problemas y esto hace que muchas veces durante el entrenamiento o competición estés pensando en si hoy volverá a medir las distancias mal, si volverá de bloquearse, si se desconectarán los satélites en medio de la actividad, si la batería está casi vacía con sólo una hora registrando la actividad, si hoy se desconectará la cinta cardíaca justo cuando tenía una tirada larga en la que lo más importante era tener controladas las pulsaciones y así un largo etcétera. Si pierdes la confianza en tu reloj, deshazte de él lo antes posible y vete a por otro.
Si el problema te pasa cuando todavía está en garantía intenta usarla para que te den uno nuevo y sobre la marcha, véndelo sin darle una segunda oportunidad. Ese modelo perdió tu confianza y las dudas siempre estarán ahí.
Por el contrario, si llevas muchos años usándolo y empiezan ahora los problemas, quizás te merezca la pena por muy pocos euros llevarlo a un servicio técnico oficial y que te lo reparen, teniendo en cuenta que la reparación de las grandes marcas (garmin, suunto, adidas, tomtom...) lo que hacen es darte otro reloj, nuevo o bien reparado de fábrica.
Novedades por las que yo cambiaría de reloj
En el caso de que mi actual reloj no tuviera alguna de estas características, creo que iría a uno nuevo que tuviera lo siguiente:
- Adquisición o fijación rápida de satélites mediante caché de órbitas (la vida es demasiado corta para esperar 2 minutos antes de poder empezar la actividad)
- Reducción de peso significativa, o más que de peso, el grosor es lo que hace que el reloj "baile" más o menos en la muñeca
- Mejora de la precisión (curiosamente en los últimos años hay tendencia a sacrificar precisión por que el reloj tenga funciones)
- Sincronización de actividades usando el móvil
- Planificador de entrenamientos de series o intervalos
Novedades por las que yo NO cambiaría de reloj
¡Ojo! No me parecen opciones que no sean interesantes pero no me iría a por un reloj dejando el actual si funciona bien sólo porque incorpore alguna de estas nuevas capacidades
- Contador de pasos o medidor de actividad diária
- Medidor de sueño o descanso
- Pantalla en color
- Notificaciones del móvil en el reloj
- Sensor óptico integrado
- Oscilación vertical y tiempo de contacto con el suelo durante la carrera
Para Finalizar
Mi recomendación es que si tu equipo funciona bien trata de mantenerlo el mayor tiempo posible. Hay que valorar los pros y los contras del nuevo equipo y con eso bien claro en la cabeza, ver si el desembolso económico merece la pena. También se puede usar este tipo de análisis con cada compra del tipo zapatillas, medias compresivas, ropa técnica, chalecos de hidratación, etc...¡Muchos kilómetros a todos!
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