Con el boom del running que se ha producido en los últimos años, las carreras populares han pasado a ser habituales cada fin de semana. Cada ciudad que se precie de serlo quiere organizar una carrera importante, siendo la distancia mínima exigible la de media maratón, pero siendo el maratón la distancia que tiene que ofertar "toda gran ciudad". Da igual la fecha, da igual el desnivel del trazado, ¡lo importante es la distancia!
Las marcas relacionadas con el running, han aprovechado también la situación para hacer un marketing agresivo orientado a los entusiastas de esta nueva moda. Aprovechando el tirón han subido los precios de sus productos hasta límites absurdos. Ejemplos de estos precios: calcetines de compresión 60 €, pulsómetro gama alta 600 €, zapatillas gama alta 180 €, bote de pastillas de sal 25 €... Por suerte nos queda el Decathlon y otras tiendas deportivas con marcas propias con material significativamente más barato.
En el ambiente flota la idea de que cada semana hay que competir en alguna carrera oficial y da igual la distancia. Cuanto más larga, mejor. Si hace calor, es que ha hecho buen tiempo. Y si hemos empezado a correr hace menos de una año, pues todas estas carreras lo que nos darán es experiencia. Es imposible que algo tan recomendado como hacer algo de deporte no sea sano.
Pues yo no estoy de acuerdo con que haya que competir todas las semanas, aunque se haga con el objetivo simplemente de finalizar la prueba. Sobre todo si las competiciones a las que vamos son maratones o ultras. No estoy de acuerdo que la meta de todo el que se inicia en el running sea correr una maratón. Del mismo modo que no estoy de acuerdo con que el que se inicia en el trail running tenga que correr una ultra. Yo creo que cada uno de nosotros tiene sus propias características que le hacen más tirar por una distancia que por otra. Tenemos que ser realistas. Usain Bolt no va a competir en una maratón ni en un ultra trail, y es un atleta fantástico.
No estoy en contra de ponernos retos, todo lo contrario. Pero tenemos que analizarnos a nosotros mismos e intentar ponernos metas a lo largo del tiempo que se adecuen a nuestro cuerpo y a nuestro tiempo. La clave es ser progresivos y analizar nuestro cuerpo durante el proceso. Ver si nuestro cuerpo está asimilando la carga a la que lo estamos sometiendo. Ver si nuestro corazón funciona armónicamente o lo estamos sometiendo a una carga que nos puede enviar al otro barrio antes de cuenta. Pensar en quiénes somos, la edad que tenemos, el tiempo libre que tenemos, el tiempo que dejamos de dedicarles a nuestra pareja e hijos y en lo que nos puede suponer someter nuestro cuerpo a cargas de entrenamientos que hacen nuestros ídolos.
Irónicamente hay una gran mayoría de runners que han empezado en este deporte por temas de salud. Empiezan a ser frecuente los sustos y las desgracias en las competiciones debido golpes de calor, sobrestimar los límites propios, escasa preparación y factores genéticos. Nadie está a salvo ya que el problema afecta a corredores principiantes y a experimentados.
Cuando amigos, conocidos y lectores el blog me preguntan por mi opinión al respecto de que cada vez se conozcan más casos de problemas durante competiciones, mi respuesta es que siento una enorme tristeza por lo sucedido. Nadie debería tener un problema serio por practicar su hobbie. Creo que deberíamos tomar conciencia de los riesgos que corremos cuando vamos a una competición y que hacer deporte no tiene que implicar competir. Considero más importante disfrutar más de los entrenamientos que de las competiciones. Si no queremos correr una maratón o una ultra, estamos en nuestro derecho y no dejemos que el marketing y otros factores externos nos lleven a tener esto como meta. No hay que correr varias maratones en el mismo año y sobre todo, no nos comparemos con otros. Hay quien tiene la genética o muchísimos años de entrenamientos detrás que le permiten correr 200 km por semana mientras que hay quien tiene su límite en 20 km por semana. Ambos disfrutarán igual de su entrenamiento.
Para Finalizar
Mi recomendación es pensar menos en las competiciones y más en hacer actividad para disfrutar del momento. Creo que hay que pensar más en cosas como las condiciones metereológicas que habrán y el número de participantes que en los obsequios que tendrá la bolsa del corredor. Planifiquemos objetivos realistas, no más de un maratón/ultra al año y eliminemos la idea de ir a una competición todas las semanas. Y sobre todo, recuerda ser progresivo en el tiempo: antes de correr 10K, tienes que dominar la distancia en tus entrenamientos; antes de correr un maratón, corre las medias maratones que necesites hasta que sientas que las tengas controladas. Por último, hazte un favor y controla y analiza en profundidad todos tus entrenamientos y competiciones mediante un pulsómetro. ¡Tú eres tu primera línea de defensa!
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